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Los insectos, el nuevo maridaje de vino

Los insectos se han popularizado, no sólo por la diversidad de sabores que ofrecen, sino por su alto valor nutrimental.

En el mundo existen alrededor de mil 500 especies de insectos comestibles.

Se han popularizado, no sólo por la diversidad de sabores que ofrecen, sino por su alto valor nutrimental. Son fuente de proteína, ricos en minerales como magnesio, calcio, potasio y zinc, y también contienen vitaminas A, C y D.

Para paladares sofisticados y exquisitos, su consumo con vinos potencia la experiencia.

El enólogo Hugo D’Acosta, protagonista del despunte vinícola del Valle de Guadalupe, comenta que provocan sensaciones culinarias diversas, y aunque recomienda aventurarse en el maridaje, sostiene que hay combinaciones seguras.

“La mayoría de los insectos que se comen como aperitivo van muy bien con vinos blancos y rosados, tienen ese factor crujiente, salado y un poco picante, que con vinos frescos y cítricos van a la perfección”,

refiere. Los mismos caldos son sugeridos para platos que incluyan arroces y pasta.

Los platos fuertes, en los que los insectos son protagonistas indiscutibles, son preparaciones más complejas, por lo que sus bebidas deben ir a la par, por eso los tintos son los ideales.

“El tanino del vino no debe opacar las preparaciones, sino acompañarlas. Se deben elegir caldos con reposo medio y poco añejamiento”,

confirma.

Para los postres, la elección correcta son los rosados, y si tienen burbujas, mejor. Pero en el caso de que incluyan chocolate, es mejor decantarse por un tinto.