Algunas cosas solo están destinadas a combinarse por si solas. Mantequilla de cacahuate y gelatina, tomate y albahaca, café y crema. Sin uno, el otro parece no alcanzar nuestras expectativas de apetito.
El maridaje de carne y vino no es una excepción.
El bistec es un plato favorito muchos , pero no se puede negar que sabe aún mejor con un vino cultivado. Afortunadamente para aquellos que se niegan a disfrutar de un bistec sin vino, hay muchas opciones globales para mantener su paladar intrigado.
Amarone
Como un gran bistec, puede costar un centavo, pero por lo general vale la pena. Se recomiendo con cortes como el T- Bone, Rin Eye o con cortes de carne guisada.
El vino: Tommasi Viticoltori, Amarone Monte Masua 2012 o Amarone della Vapolicella DOCG.
El Americano
No hay mucho más americano que un bistec a la parrilla. Lo que significa que un rojo de California siempre se combina bien. Los cortes: Sirloin, Tenderloin y cualquier bistec al grill.
Los vinos: Tedeschi, Petite Sirah 2014 o uno del Valle de Napa
Priorat
Es uno de esos maravillosos y raros vinos que complementan cualquier tipo de carne, así que por supuesto no lo vamos a dejar fuera de esta lista.
La carne marinada va perfecto, así como la rabadilla a la parrilla, acompañada con un Caos Figueras o un Font de la Figuera Tinto 2009.
Pinot Noir
Especialmente de Borgoña, no es conocido por ser un vino ‘carnoso’, pero les sorprendería lo bien que un pinot complejo puede transformar un bistec con pimienta.
Un Filete Mignon es ideal así como un Brisket, con una copa de un Côte de Tuits o un Domaine Berthaut.
Un Argentino
Los argentinos son maestros en la parrilla de carne, y sus vinos son exactamente con lo que se deben de combinar los grandes cortes.
Costillitas y Sirloin van de maravilla con una copa de un Paraje Altamira, Concreto 2014 o un vino de la Familia Zuccardi.
