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Vinos orgánicos, ¿cuál es la diferencia?

Todos sabemos que el vino está hecho de uvas, y también sabemos que estamos en épocas de auge de lo orgánico. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuáles son los beneficios del vino orgánico? Aquí te contamos.

¿Cómo se hace el vino orgánico?

El vino orgánico está hecho de uvas que son cultivadas de acuerdo con los principios de la agricultura orgánica, es decir, sin fertilizantes químicos, pesticidas o herbicidas. El consumo del vino hecho bajo estos principios ha incrementado considerablemente en los años recientes, posiblemente por la preferencia que la gente ha manifestado por vivir de manera más sana y más natural.

¿Cuáles son los requerimientos?

El vino se produce en dos fases principales: una que sucede en el viñedo, o sea, la cultivación de las uvas; y otra que sucede en las barricas, es decir, la fermentación de las uvas y el embotellamiento. Cuando el vino es orgánico la primera fase debe realizarse de acuerdo con los principios de la cultivación orgánica. Hay incluso algunos vinos orgánicos que prescinden de químicos en la segunda fase también.

¿Cuál es la diferencia?

El vino hecho de esta manera tiene un sabor mucho más puro e incluso puede tener mucha más intensidad. Además, se trata de un vino “sustentable”, es decir, que no causa daños al medio ambiente a la hora de ser producido (o que causa menos daños que el vino convencional). Esta tendencia está popularizándose cada vez más y cada vez hay una variedad más grande de opciones para elegir.