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Carbonvino, un rincón italo-españo-argentino en CDMX

Un suceso frecuente en la Ciudad de México es pasar por alto lugares que valen la pena. Ya sea por culpa del estrés o la extrema abundancia de todo tipo de productos y servicios, ¡en 7 años! no nos habíamos percatado de una esquina muy concurrida por l@s condechi (como se les llama a l@s que viven y/o trabajan en la colonia Condesa de la Ciudad de México).

En la esquina de las calles Tamaulipas y Montes de Oca se encuentra Carbonvino, un restaurante que combina lo mejor de las cocinas española, italiana y argentina con un toque mexicano. Sus especialidades son igual unos montaditos de camarón al ajillo que una pasta napolitana; unas empanadas de carne que una arrachera al axiote; un queso provolone a la plancha que unos tacos de tuétano a las brasas.

Ubicado en el corazón de la Condesa, el restaurante abre de lunes a domingo.

Durante nuestra visita tuvimos oportunidad de platicar con la encargada de cocina, Grecia Muñoz, y con Javier Ramírez, encargado de la barra. Ellos nos explicaron con lujo de detalles tanto el menú (de comida) como la carta de vinos, en la que pudimos contar más de 45 etiquetas.Nuestra cava está bastante surtida. Tenemos vinos de distintas uvas –tempranillo, shiraz, cabernet sauvignon– provenientes de cinco diferentes países: México, Argentina, España, Italia y Chile. Esta oferta la complementamos con champaña y vinos espumosos blancos, rosados y tintos”, explicó Ramírez.

Entre la gran variedad de platillos –entradas, emparedados, sopas, pastas, productos del mar (calamares, atún, pescado blanco, salmón), parrilladas (arrachera, cinta de lomo, chorizo a las brasas tipo argentino, costillas de res baja y pollo asado), ensaladas, pizzas al carbón, especialidades y postres–, optamos por la guía de Grecia para sucumbir a la tentación de probarlo todo en una rica tarde de jueves.

El vino de la casa es Mariatinto, hecho en el Valle de Guadalupe. Este no se conserva en una botella, sino en una barrica, ubicada en la barra del restaurante.

Después de unas empanadas de carne, queso, espinacas a la crema y elote con queso, seguimos con unas croquetas de serrano, que nos dejaron deseando más. Aquí el resto del banquete en fotografías. Ojo: las porciones que se muestran no son las reales, las pedimos más pequeñas con propósitos de degustación. 


Platillo:
Pizza Carbonvino con queso fresco de cabra, jamón prosciutto e higos.
Vino: Alion Reserva D.O. Ribera del Duero 2014. Es uno monovarietal de tinto fino procedente de cepas de 25-35 años de edad. Después de pasar 14 meses en barricas nuevas de roble francés, permanece otros 18-20 (meses) más en botella antes de salir al mercado. Gracias a este proceso se obtiene un vino sólido, de máxima expresión. Se recomienda decantarlo antes de disfrutarlo, ya que debido a que permanece muchos meses en botella, es bueno oxigenarlo a fin de eliminar los posibles posos que se hayan creado.


Platillo:
Sopa de tomate rostizado al perfume de albahaca y crostini. “Es una sopa muy artesanal, ponemos a deshidratar el jitomate con cebolla y ajo, a 50 grados por 16 horas, hasta que queda caramelizado”, explica la cocinera.
Vino: Tempranillo Rioja, Denominación de Origen Calificada, Crianza 2014. De Bodegas Beronia, este tinto español se caracteriza por su juventud al pasar únicamente 9 meses en barricas de roble americano. El líquido es de color rojo intenso y profundo, mientras que en nariz se distinguen algunas notas frutales, de chocolate, cacao, regaliz y canela. En boca se siente redondo y fresco.

Platillo: Salmón con reducción de balsámico y cítricos
Vino: Pinot Noir 2015. Producido por Trapiche, la bodega argentina que más vino exporta en el mundo. De cuerpo medio y taninos suaves, en boca se siente su frescor y rica acidez, con un retrogusto frutado. Sus uvas provienen de dos diferentes localidades de Mendoza: el 75% fue cultivado en los viñedos del Valle de Uco, mientras que el 25% proviene de Cruz de Piedra, Luján de Cuyo.


Platillo:
Bife de lomo al carbón
Vino: Reserva Cabernet Sauvignon 2016, Concha y Toro. Es la cepa más famosa de Casillero del Diablo, cuya cosecha 2005 fue premiada por Decanter como la mejor del planeta. Este chileno posee una firme estructura y gran concentración de fruta, lo que da paso a taninos elegantes y jugosos. Guardado en barricas de roble americano, el líquido es de color rojo rubí intenso y profundo; en nariz expresa notas a cerezas, grosellas y ciruelas negras con sutiles toques a vainilla, aportados por la guarda en barrica.

Platillo: Costillar de cerdo en salsa BBQ con un toque de whisky, receta especial de la casa.
Vino: Reserva Santa Digna, Cabernet Sauvignon Rosé 2017, Miguel Torres. Una joya chilena que destaca por su buen cuerpo, su color cereza, sus aromas afrutados con toques de fresa, ciruela y pomelo, así como su gusto prolongado y sutil acidez. El producto se ha certificado como Comercio Justo en la línea del respeto y transparencia entre la empresa y sus trabajadores. Entre más frío se disfrute (6-10 grados C), ¡mejor!


¡Postre!
Brownie de 3 chocolates (amargo, semi-amargo y con leche) y 3 nueces (macadamia, pecana y de la India) servido con helado de vainilla artesanal.

¡¡VISÍTALOS!!
Tamaulipas 61 esq. Montes de Oca
Col. Condesa, CDMX
Tel. 5286 2025
Abierto de lunes a domingo
De 1:30 pm a 2:00 am
Ticket promedio: $350-500 pesos
Pet friendly
Fb: @CarbonvinoRestaurante