El vino y el chocolate pueden ser una combinación explosiva, en la que los sabores se complementen, si los sabemos maridar correctamente.
Se tratan de dos productos con características parecidas que van muy bien. El cacao, al igual que él vino, posee aromas frutales o florales y la epicatequina, un potente antioxidante que refuerza la misma acción que llevan a cabo los polifenoles del vino.
Además, gracias a su efecto tranquilizante, ayuda a saborear mejor el vino.
Para maridar vino y chocolate, lo primero que tenemos que hacer es seleccionar un chocolate de calidad.
No podemos pretender acompañar con un buen vino al chocolate del supermercado, ya que este tipo de productos contienen diversos elementos que pueden opacar los sabores característicos del chocolate.
Por ello, es mejor apostar por chocolates de buena calidad, en los que se resalten la calidad del cacao y conseguir una mejor experiencia.
Por otra parte, los vinos que elijamos para el maridaje deben ser capaces de aguantar el peso en la boca que ofrece el chocolate, por lo que deben tener una buena estructura como los vinos tintos de Bobal.
Tipos de chocolate
Dependiendo del tipo de chocolate (blanco, con leche o puro) que hayamos escogido combinará mejor con un vino u otro.
Por ejemplo, el chocolate blanco está elaborado con manteca de cacao, por lo que es el más dulce de todos los chocolates y marida mejor con vinos suaves confeccionados con Chardonnay que resalten su cremosidad, así como con vinos espumosos.
Lo mismo sucede con los chocolates con leche, que precisan de vinos frescos y afrutados tales como los Pinot noir o un Merlot.
El chocolate negro o con elevadas cantidades de cacao, compagina con vinos de crianza elaborados con Cabernet Sauvignon, el Zinfandel o el Petite Sirah, variedades más robustas que pueden brindar un equilibrio más fuerte entre ambos sabores.
Es fundamental que él vino sea igual o un poco más dulce que el chocolate que lo acompaña, de lo contrario, lo notaremos más amargo y, por lo tanto, disminuirá su calidad.
Trucos para maridar
Uno de los trucos principales para maridar vino y chocolate, es catar previamente los dos elementos por separados, deleitándonos con los sabores y matices de ambos productos.
Después, para pasar a la máxima experiencia degustativa al combinarlos, se aconseja tomar un pedazo de chocolate y dejarlo en la lengua hasta que se derrita y, una vez lo haya hecho, beber un poco del vino escogido. Así, los mezclaremos en la lengua sintiendo todos los sabores de los dos productos y descubriremos si hemos acertado con el maridaje perfecto.