Hay muchos factores que influyen en lo grata que puede ser tu experiencia a la hora de tomar un buen vino. Uno de ellos es, definitivamente, la temperatura con que una botella es servida. Si la botella es servida a la temperatura correcta, el vino alcanzará sus mejores cualidades de aroma y sabor. Aquí te contamos todo lo que hay que saber sobre la temperatura del vino.
¿Qué pasa si sirvo el vino demasiado frío o demasiado caliente?
Este es un gran error que suele ser muy común, ya que la gente está acostumbrada a tomar muchas bebidas alcohólicas frías. Sin embargo, cada vino tiene su temperatura ideal y si lo sirves debajo de ésta, puedes ocultar su aroma y sabor. Por otro lado, si lo sirves más caliente de lo debido puedes enfatizar sus características menos favorables, como el sabor a alcohol.
¿Cuál es la temperatura correcta?
Ya irás conociendo con la experiencia las temperaturas adecuadas para cada vino específico, pero hay rangos donde puedes comenzar:
- Vinos blancos: El vino blanco debe servirse entre siete y trece grados centígrados. Es decir, si ha pasado mucho tiempo en el refrigerador, puede ser buena idea que esperes un poco antes de consumirlo ya que es posible que esté demasiado frío.
- Vino tinto: El vino tinto debe ser servido un poco menos frío, es decir, un poco más frío que la temperatura ambiente (entre trece y dieciocho grados centígrados).
- Vino rosado: Para este tipo de vino, puedes seguir los lineamientos del vino blanco.