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Vinos para beber fríos

La temperatura del vino es un factor muy importante a la hora de disfrutar de esta deliciosa bebida. Existen convenciones que se han creado a lo largo de los años y es más fácil de lo que pensaríamos. Hoy te contamos cuáles son los vinos que se toman fríos para que los disfrutes en su máximo esplendor. Conocer estos datos hará que tengas la mejor experiencia cada vez, que su sabor y su aroma estén en la mejor de las condiciones.

El vino espumoso

El vino espumoso debe servirse muy, muy frío. Para lograr la mejor temperatura te recomendamos colocarlo en el congelador alrededor de una hora (o ponerlo en una cubeta con hielo unos treinta minutos). El objetivo es que esté heladísimo para que las burbujas se mantengan y no se conviertan en espuma. Si después de servir las primeras copas queda algo de vino, te recomendamos que vuelvas a colocarlo en una cubeta con hielos para que cada copa sea una experiencia muy placentera.

Vino rosado y blanco

Estos vinos deben servirse fríos, pero no tanto como el vino espumoso. Debes meterlos en el refri (o en el congelador alrededor de treinta minutos). También hay que mantener estas botellas en el refrigerador o en hielo, ya que el carácter de estos vinos y sus aromas cambian con el incremento de temperatura (sin embargo, hay quien incluso prefiere dejarlo a temperatura ambiente para experimentar estos ligeros cambios, eso es cuestión de gustos en realidad, puedes probar ambas opciones y ver cuál es tu favorita),