En ocasiones no conseguimos terminarnos la botella de vino y al final del día la dejamos olvidada en el fondo de nuestros refrigeradores.
Si honestamente no creen que lo beberán después y no quieren perderlo, anímense y cocinen con el vino, creanme que obtendrán deliciosas creaciones culinarias.
Cebollas Caramelizadas
Agreguen un poco de sabor a sus filetes o hamburguesas. Corten una o dos cebollas en sentido transversal Agreguen la mitad de una barra de mantequilla y cocinen a fuego medio a alto. Mantengan un ojo en las cebollas a medida que comienzan a dorarse.
Las cebollas se ablandarán y comenzarán a dorarse. Esperen hasta que las cebollas estén casi quemadas y luego viertan una salpicadura de cualquier vino blanco que tengan disponible.
Escabeche
Agregado a las especias o el aderezo italiano crea un adobo excelente para el pollo o el cerdo. Sólo viertan un poco de ésta bebida en una bolsa resalable que contenga su carne, añadan sus especias favoritas o sal. Marinen en el refrigerador durante varias horas; el adobo le dará al pollo un sabor extra, además de que estará jugoso, tierno y delicioso.
Spaghetti borracho
Calienten la bebida sobrante en una cacerola grande, hiervan su pasta favorita y cuando estén casi terminados, retiren los fideos de la estufa y escúrranlos. Viertan los tallarines en el vino rojo caliente y terminen de cocinarlos.
Los fideos serán de color rojo oscuro y estarán lleno de sabor.
Cupcakes del chocolate con vino tinto
Este es un postre excelente; añadan ¾ taza de cualquier tinto que les quede a su mezcla para cupcakes de chocolate, el oscuro el mejor.
Hielos
Hagan sus propios hielos. Mezclen su vino con refresco y hagan una dulce y deliciosa bebida. El vino tinto mezclado con refresco de limón es una opción extraordinaria si quieren un trago diferente, sencillo y hecho en casa,
Salsas
Añadan el resto del tinto a cualquier salsa roja. Este tipo de salsa va genial con pasta y también con verduras a la parrilla. El vino blanco se puede utilizar para hacer salsa Alfredo.
Añadan una taza de vino blanco a una porción de mantequilla y una media taza de aceite de oliva. Derritan a fuego medio y agreguen condimento italiano y ajo, y tendrán una salsa deliciosa para servir sobre pasta.