Antes de seguir con mi recorrido vinícola por la región de Jura haré una pausa para hablar de un tema que está en boga en el mundo vinícola: el tapón de vidrio. Aunque aquí en México tal vez no nos hemos percatado de esta incursión en el mercado de los vinos, en Europa ya es toda una industria que compite al tu por tu con las tapaduras de corcho. De hecho, se trata de una innovación que ya es tendencia para las botellas de vino en Europa. La empresa checa Preciosa especializada en cristalería ha logrado entrar con paso firme gracias a su tapón de cristal Vinolok.
Una de las ventajas que ofrece esta innovación radica precisamente en la imagen, pues además de renovar el aspecto tradicional de las botellas de vino, favorece el lanzamiento de nuevos productos aprovechando este nuevo elemento como un plus para el consumidor.
Otra ventaja consiste en la practicidad, pues los amantes del vino no necesitarán auxiliarse de un sacacorchos para abrira, ya que se abre con un sólo click, sin reducir su fiabilidad ni su hermetismo. Resiste hasta 3 botellas apiladas verticalmente y cierra herméticamente a la perfección.
Pero tal vez la mayor ventaja, lo que la hace realmente competitiva, es que no guarda ningún olor ni deja ningún rastro en el amado producto de la vid. Y ésto, creánme, vale la pena considerarlo, pues no hay nada peor que un vino arruinado por restos de corcho en su interior.
Algunas de las desventajas son que su precio es poco más del doble que el del tapón de corcho, lo que incide en el aumento final del precio de la botella, y que no está diseñado para el almacenaje de vinos de más de 10 años. Por esta razón por ahora sólo se pueden embasar y cerrar con tapones de vidrio los vinos rosados, los blancos, algunos rojos y ciertos licores…
De ahora en adelante pondré atención en el tapón de las botellas y si encuentro alguna con tapadura de vidrio sin duda se las mostraré. Por ahora, a destapar nuestra bebida preferida con nuestro destapacorcho favorito y … À la votre !
