Todos hemos tenido un Prosecco en nuestras vidas, ya sea como un apertiivo, para un brindis, o en mimosas en el brunch. La gran mayoría de los Prosecco se elaboran con el método Charmat, donde la fermentación secundaria se realiza en enormes depósitos de acero inoxidable presurizados. El método fue inventado por el profesor Federico Martinotti en 1895 y el autoclave fueron diseñados, construidos y patentados por el francés Eugène Charmat en 1910.
Pero, ¿cómo se fabricó Prosecco antes de 1895?
La respuesta es con fermentación secundaria en la botella. Una de las primeras citas sobre el Prosecco con segunda fermentación en botella se remonta a antes del siglo IX. Este estilo esotérico se conoce coloquialmente como Col Fondo, que literalmente se traduce en italiano a con el fondo, lo que significa que el sedimento o las heces están presentes.
En contraste con el Prosecco más familiar y filtrado, hay menos dulzura en el Col Fondo. Y, a diferencia de la Champagne, no hay devolución. El vino resultante es turbio y tiene una nariz y un sabor funky, incluso agrio, con sedimentos de levadura asentados en el fondo de la botella. Algunos incluso tienen un regusto agradable y amargo, persistente.
Los vinos de Col Fondo Prosecco son más frizzantes que espumosos, por lo que también son ligeramente menos efervescentes.
Col Fondo en la etiqueta
Algunos productores usan “Col Fondo” en la etiqueta, pero no siempre. El término designado oficialmente para este estilo es “Rifermentato en Bottiglia”. Este es el término que se debe buscar en la etiqueta de la botella.
Formas de probar el Col Fondo
Entonces, ¿cómo se disfruta mejor? Le pregunté a tres directores de vinos que presentan Col Fondo en sus listas de vinos sobre qué vinos presentan y qué les encanta de este tipo de vino.
Pueden combinar este estilo de Prosecco con bocadillos salados: pastrami o quiche de desayuno. El Prosecco es único porque muestra un lado inesperado del vino con más sabores sabrosos de sidra de manzana. Esto contrasta fuertemente con el perfil más floral y afrutado del Prosecco tradicional.
También se puede combinar el Rifermentato en Bottiglia Prosecco con ostras crudas y a la parrilla. La acidez y las burbujas atraviesan la grasa de ese plato con facilidad, y los cítricos se combinan muy bien con la salinidad del mismo.