Hace ya algún tiempo se había dicho que en la viña del señor existían más tipos de exquisitos vinos más allá de un Merlot o un Sauvignon incluso se mencionaron los principales quesos con los que se podría combinar un Chardonnay, sin embargo parece ser que aún quedan muchas cosas por conocer de él.
Comencemos por señalar que es la segunda variedad de vino más reconocida del mundo después de las dos cepas que ya mencionamos anteriormente, su uva se caracteriza por un delicado color verde y por originaria de Borgoña Francia, pero en la actualidad es producida en muchos países como Argentina, Chile, España, Australia, entre otros.
Se utiliza para la elaboración de vinos blancos y en algunas ocasiones champagne, además tiene que ser criado a una temperatura de 12° y ser servido preferentemente a los 10°.
Se comenta también que es un exquisito vino con tonalidades amarillas y tintes dorados, de sabor dulce que inmediatamente nos hace pensar en melón, mango, miel, mantequilla y caramelo, una combinación que con tan sólo imaginarla resulta sumamente embriagante.
Los expertos recomiendan tomar Chardonnay con pato, cerdo, salmón, pastas cremosas y quesos como el Cheddar, Gruyere, Parmesano y el de cabra en su modalidad frita, así como con platillos más elaborados como camarones al coco y/o crujiente de Brie con manzana.
Finalmente, se puede decir que las características especificas del vino dependerán en gran medida de factores como su almacenamiento y el clima en que sea producido, pues en lugares fríos su aroma tenderá a ser más ácido, mientras que en zona cálidas se obtendrán notas más suaves, afrutadas y tropicales.
¿Qué te parece? ¿Tú ya has probado el Chardonnay?