Bye Napa, Oregon es el nuevo paraíso de los vinos en EUA
A solo una hora de Portland, se puede empezar a vivir la experiencia del Wine Country en Oregon. Paisajes que quitan el aliento, con todos los tonos de verde que la naturaleza puede crear.
Viñedos enclavados entre colinas de suaves pendientes y carreteras tranquilas. Hace tan solo 30 años, Willamette Valley albergaba 20 bodegas; hoy cuenta con más de 600.
La historia vitivinícola de Oregón
Se centra en dos cepas protagónicas: chardonnay y pinot noir, por la proximidad de condiciones con Borgoña. Además de pinot gris y riesling, con segundo y tercer puesto.
Todas han encontrado ahí los tipos de suelo, el clima y enólogos que fungen cómo facilitadores para entenderlas e interpretarlas en vinos vibrantes, elegantes, expresivos, auténticos, limpios; para decirlo de forma simple, perfectamente bien hechos.
Esto también es resultado de la llegada de enólogos franceses como Veronique Drouhin, quienes conviven con algunos de los enólogos norteamericanos más importantes como Harry Peterson-Nerdy, Steve Doerner y Josh Bergström.
A Willamette Valley lo conforman un sistema de montañas y cientos de colinas con pendientes suaves que permiten jugar a favor con la inclinación, las diferentes alturas y la dirección del viñedo en torno a la luz solar.
Estos factores son imprescindibles para lograr una buena maduración de la uva en esta región, debido al clima tan frío del estado.
La diversidad está marcada por el tipo de suelo
Hay tres superficies principales: arenoso-calcáreo (sedimentario), volcánico y limo.
Las uvas extraen su elegancia y diferenciación gracias a ello, al clima frío y húmedo y a la decena de clones ya adaptados a este terroir estadounidense.
Al ser uvas tan nobles, mientras menos se les haga en bodega, mejor se expresan. Muestra de ello son las siguientes seis bodegas que son dignas representantes de la pujante escena vitivinícola del estado de Oregón.