Hay una fruta que nos encanta, fascina y enloquece: las cerezas. Honestamente no entendemos por qué la naturaleza sólo nos las ofrece en verano, pero bueno, ¡hay que aprovechar!
Todavía quedan unos días para que podamos saborear el diamantes de las frutas, traído desde el Noroeste de Estados Unidos.
De acuerdo con Juan Carlos Moreira, representante de los agricultores de Cerezas del Noroeste, en México el consumo de esta fruta incrementó un 72% en comparación al 2017, con casi 265 mil cajas distribuidas a lo largo y ancho del país.
“Las cerezas son ricas en vitaminas y minerales, y debido a que su composición es 85% agua, son excelentes para favorecer la hidratación durante el verano”, dijo Moreira durante una clase de cocina a la que fuimos convocados y que se llevó a cabo en el showroom de Smeg (lugar del que hablaremos en otro post porque quedamos #obsesionados con sus productos).
“La región del Noroeste de Estados Unidos produce las cerezas más dulces”, agregó el directivo, “tenemos dos variedades: las rojas frescas y las rainier, con un maravilloso color amarillo y un sabor todavía más dulce”.
Para sacarle el máximo provecho a nuestra dotación de cerezas del noroeste, le pedimos a la sumiller Andrea Romero Tinoco que nos sugiriera 5 vinos que maridaran bien con 5 platillos que incluyeran las cerezas como ingrediente. ¡¡El resultado es espectacular!!
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SOLOMILLO DE CERDO CON SALSA DE CEREZAS Y VINO TINTO
Sugerencia: La Montesa, de la Rioja. “Es un vino muy goloso de uva, en su mayoría, garnacha. Tiene buen cuerpo y la madera bien integrada, por lo que va perfecto con este platillo tan complejo”.
CEVICHE DE PESCADO CON CEREZAS Y AGUACATE
Sugerencia: Louis Roederer Brut Premier (champagne) o Canals y Nubiola Rosado Brut. “Hay que quitarnos la idea de que las burbujas son sólo para ocasiones especiales. La champaña tiene mucha acidez, por lo que va muy bien con un sinfín de platillos. Como una opción más económica recomiendo el cava rosado de Penedés”.
“Aunque las cerezas tienen gran versatilidad gastronómica, yo recomiendo acompañarlas con vinos de buena acidez, con cuerpo de ligero a medio, y si tienen madera, que esté bien integrada para que ésta no resalte más que la uva”.- Andrea Romero Tinoco, sumiller
CEREZAS JUBILÉE CON HELADO DE VAINILLA
Sugerencia: Oporto Dalva Tawny. “De los viñedos de Portugal, es un vino dulce, con cuerpo, notas a chocolate y mocha (por la crianza en madera) que combinan perfectamente con el dulzor del platillo y la frescura del helado”.
TARTA DE CEREZAS Y QUESO MASCARPONE
Sugerencia: Lalama, de Ribeira Sacra. “Gracias a la uva mencía, resulta un maridaje atrevido. Es un vino proveniente de Galicia con buena acidez, no dulce. Va a ayudar a ‘limpiar’ para que quieras seguir comiendo, algo que no logran los vinos muy potentes”.
“En el caso de las cerezas rojas, lo mejor serán los vinos tintos de uvas como mencía, pinot noir, cabernet franc y garnacha. En el caso de las rainier, la mejor opción serán los vinos blancos de uvas como semillón, riesling o malvasía”.- Andrea Romero Tinoco, sumiller
HELADO DE CEREZAS
Sugerencia: Un rosado de Bodegas Bichi. “Queda increíble porque es un vino muy gastronómico, con buen cuerpo, que acompaña bien a muchos platillos, desde entradas, mariscos y carnes (blancas y rojas) hasta postres como este. Me encanta por su acidez equilibrada y sus notas frutales”.
CEREZAS RAINIER EN ALMÍBAR CON HELADO DE CREMA BATIDA
Sugerencia: Chenin Blanc Cosecha Tardía, de Monte Xanic. “Un vino mexicano con gran dulzor y algo de acidez, nada empalagoso, que combina perfecto con la cremosidad del helado y la frescura de las cerezas”.