En cuanto a gastronomía se refiere, un lugar obligado en Mazatlán es La Mazatleca.
El restaurante, que recientemente celebró su cuarto aniversario, es favorito tanto de locales como de celebridades: Gloria Trevi, Bárbara Mori, Omar Fierro, Eugenia Cauduro, Alexis Ayala, Inés Sainz, Pablo Lyle, Danilo Carrera y Jay de la Cueva, por mencionar algunas; también es el predilecto de los políticos, desde el gobernador del Estado hasta el presidente de la República.
“Cada vez que el presidente Enrique Peña Nieto tiene alguna gira por Sinaloa, nos hacemos cargo del catering presidencial”, platica Alan Zamudio, chef ejecutivo de La Mazatleca, quien junto a Rafael Cruz y Munir Aun, diseñó los más de 40 platillos que componen el menú, cuyos nombres hacen alusión a tradiciones, monumentos y lugares emblemáticos del puerto.
Un buen ejemplo son: las tostadas –Pulmonía, Auriga, Perla del Pacífico, Patasalada–, los aguachiles –Isla de Pájaros, Isla de Venados, Isla de Chivos, Marea Roja–, los antojos calientes –los chicharrones Playa Norte y Playa Sur, las hamburguesas del Pescador y la Machado–, los tacos, los platos fuertes y las especialidades de la casa –los taquitos Monos Bichis, las chorreadas Carnavaleras y las enchiladas La Tambora–, entre otras delicias.
“Nos queremos expandir a otras ciudades del país. El plan que ya está muy latente es Guadalajara, y de ahí, la idea es abrir en la Ciudad de México y Monterrey”, comparte Zamudio, quien eligió para nosotros una degustación de tres icónicos platillos maridados con tres deliciosos vinos.
PLATILLO: La Dolores, una tostada (cuadrada, hecha en casa) de atún crudo marinado en cítricos y salsas negras, servida con mayonesa chipotle y cubos de aguacate fresco con un topping de jícama y una reducción de jamaica. “El contraste de sabores es impresionante”, dice el chef.
VINO: Beringer Main & Vine, un rosado semiseco con notas de bayas rojas, cítricos y melones frescos con sabores acentuados por sutiles toques de durazno.
PLATILLO: Arrecife de Mariscos, un antojito de la barra caliente que consiste en una deliciosa combinación de camarón, pulpo y atún estilo tempura (capeados), bañados en reducción de vino tinto y ajonjolí negro.
VINO: Santa Alicia, un blanco Sauvignon Blanc con un suave, liviano y fragante sabor a piña y durazno, producido con uvas de viñedos de bajo rendimiento con el fin de obtener una alta concentración de aromas y sabores.
PLATILLO: Enchiladas La Tambora, un suculento plato que evolucionó la idea de los mariscos mazatlecos. “Rellenas de camarón y pulpo, las bañamos con un mole hecho en casa”, explica Zamudio.
VINO: Casa Madero 2012, un tinto de cepa Cabernet Sauvignon.
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