Pocas bebidas tan festivas como la champaña. Todos lo saben: cuando hay que brindar por una ocasión muy especial, no hay nada que sepa más celebratorio que una buena copa de champaña. Pero, ¿sabes cómo distinguir una buena champaña? Aquí te contamos sobre cada uno de los aspectos en los que tienes que fijarte para elegir la mejor opción:
La apariencia
El color de una buena champaña puede variar, pero normalmente está entre dorado claro o amarillo pálido. La champaña está hecha con uvas blancas, así que si notas tonos más rojizos, es buena razón para dudar de la autenticidad de la champaña, ya que hay muchas marcas que le suelen poner colorantes. La claridad de la bebida también es importante, tiene que ser transparente y permitir ver a través de ella sin problemas (esto significa que ha sido bien fermentada). Si el líquido es turbio, seguramente no es una buena champaña.
Aroma
El aroma de una buena champaña siempre debe ser frutal, fresco y ligeramente mineral. Si la champaña no es buena, seguramente tendrá un aroma penetrante o astringente.
Sabor
Lo más importante de la champaña es el sabor. Esta bebida se caracteriza por el azúcar que queda como residuo en el líquido. Si el azúcar tiene nivel bajo, es una champaña seca (lo que normalmente conocemos como “brut”). La champaña con más azúcar se llama extraseca (conocida como “sec”). El sabor de las primeras debe tener notas de manzana y melón, el otro debe ser un poco más frutal.