Bag in Box

Durante décadas, el vino ha estado ligado casi de forma automática a la clásica botella de vidrio. Abrirla, escuchar el sonido del corcho y servir la primera copa son rituales que forman parte de la experiencia sensorial. Sin embargo, en los últimos años ha surgido una tendencia que está ganando popularidad en distintos países: el vino en formato Bag in Box (BiB).

Este sistema se ha consolidado gracias a su practicidad, sostenibilidad y capacidad de conservación una vez abierto. A diferencia de las botellas tradicionales, el BiB utiliza una bolsa interna sellada al vacío dentro de una caja de cartón. Esta estructura protege al vino del oxígeno y permite que se mantenga fresco durante varias semanas después de abierto.

Además, el Bag in Box reduce el impacto ambiental al generar menos residuos y emisiones de gases de efecto invernadero. También facilita el transporte y almacenamiento, lo que lo convierte en una opción ideal para consumidores conscientes y bodegas comprometidas con el entorno. Aunque en sus inicios fue percibido como un formato “casual” o de menor calidad, hoy vive una reinvención gracias a mejoras tecnológicas, propuestas de bodegas serias y una nueva generación de consumidores que busca practicidad sin sacrificar sabor.

En México, y específicamente en el corazón del Valle de Guadalupe, Vinícola Bruma encabeza esta tendencia sustentable, integrando el Bag in Box como parte de su filosofía de respeto por la naturaleza.

¿Qué es exactamente el Bag in Box?

Este sistema permite conservar el vino hasta por seis semanas, reduce la huella ambiental y mantiene precios accesibles. Su empaque se compone de tres elementos clave:

  • Una bolsa hermética multilaminada que protege el vino del aire.
  • Caja de cartón exterior que aporta estructura, estabilidad y facilita el transporte.
  • Llave o dispensador que permite servir el vino sin que entre oxígeno.

La clave está en la bolsa: conforme se sirve el vino, esta se comprime, evitando la entrada de aire y manteniendo el vino fresco por mucho más tiempo que una botella abierta.

Ventajas del Bag in Box

Una botella de vino abierta suele conservarse en buenas condiciones entre 3 y 5 días. En cambio, el Bag in Box puede durar entre 3 y 6 semanas sin perder sabor ni aroma. Esto lo hace ideal para quienes disfrutan una copa al día, sin prisa y sin desperdicio.

También es amigable con el planeta: al reducir el uso de vidrio, disminuye el costo energético de producción, y el cartón es reciclable, lo que refuerza su perfil ecológico.

Vinícola Bruma: sustentabilidad desde la raíz

No es casual que Vinícola Bruma haya adoptado esta tendencia. Su filosofía gira en torno a la sustentabilidad y el amor por la naturaleza. Su sala de barricas está construida alrededor de un encino de más de 300 años, que se convirtió en el eje central de la vinícola y símbolo del Bruma Wine Resort.

Otro elemento distintivo es el espejo de agua que descansa sobre su cava subterránea. Este recurso natural permite regular la temperatura de forma pasiva, creando un microclima ideal para la crianza del vino y reduciendo la necesidad de insumos energéticos adicionales.

La experiencia se complementa con Hotel Bruma, un refugio íntimo que ofrece solo ocho habitaciones y dos villas, cuidadosamente integradas en un paisaje de montañas y tierra polvorienta. Cada rincón está diseñado para fundirse con el entorno, ofreciendo una estancia que conecta lujo, silencio y autenticidad.

Sin duda, el Bag in Box representa una nueva forma de disfrutar el vino: sin complicaciones, sostenible y pensado para el día a día. Y en México, Bruma demuestra que la innovación puede ir de la mano con el respeto por la tierra.

¡Te invitamos a probar nuevas maneras de disfrutar el vino para un

mejor consumo por copas!