No todas las personas son expertas en vinos, y es posible que en varias ocasiones sea difícil escoger uno de todos los que ofrece la carta o el menú de bebidas de algún restaurante.
Para solucionar esta situación está el sumiller, también conocido como sommelier.
Esta profesión culinaria consiste en ser la persona capacitada para recomendar, criticar, catar y presentar un vino. En cada restaurante, que se jacte de ser el mejor y de alta cocina, hay uno o más sumilleres.
El sumiller profesional dispone de firmes conocimientos de ampelografía (estudio de la vid y el viñedo), crianza de vinos, cosecha, enología, geografía vitivinícola, funcionamiento industrial y comercio internacional, aspectos legales de las denominaciones de origen y productores; y además tiene un manejo perfecto de diferentes idiomas.
¿Cuáles son sus funciones precisas?
- Ejercer un consejo eficaz y objetivo del vino para cada cliente.
- Descorchar y servir el vino. Respetando los pasos de la cata.
- Controlar la temperatura de los vinos y mantenerla así hasta servirlos en la mesa.
- Es responsable de las condiciones de guarda (temperatura, humedad, olores, vibraciones, luz, etc.).
- Cata, selecciona y confecciona la carta de vinos de acuerdo a su paladar.
- Lleva el control de stock.
- Capacita al personal del área al que pertenece.
Es importante recalcar que la ética de un sumiller es sumamente importante. Su prioridad no es vender cierta marca de vino, sino ofrecer el más adecuado y solicitado por la clientela. En pocas palabras, su objetivo es deleitar cada paladar simple o exigente, cerrar la venta es sólo una consecuencia.