El fervor por el vino mexicano se entiende, hoy toca hablarte de Aguascalientes. El 1 y 2 de abril, la ciudad se vistió de fiesta para dar la bienvenida a la anhelada Feria del Vino, un evento que reunió a los entusiastas de la cultura vinícola en una experiencia inigualable. En este encuentro, los viñedos participantes desplegaron sus mejores etiquetas y compartieron la esencia de sus cepas, representando una oportunidad única para conocer y degustar lo más selecto de la producción local.
Los viñedos que formaron parte de esta festividad mostraron con orgullo sus productos, destacando la riqueza de las uvas de la región. Entre ellos, destacaron emblemáticas vinícolas como Alto Tinto, Vinsur, Cava Valtierra, Viñedos Altamira, Tierra de Luz, Viñedos Iberia, entre otros, , con trayectorias arraigadas en la tradición vitivinícola del estado.
Cada expositor comunicó a todos los asistentes los detalles que reflejaban la esencia de su producción. Además de la degustación de vinos tintos, blancos y rosados, los asistentes pudieron disfrutar de catas guiadas, donde sommeliers expertos compartieron sus conocimientos donde el Programa de Conferencias estuvo muy completo como el Taller “Haz tu propio Vino”, impartido por la enóloga Caro Arce e incluso hubo un panel sobre el presente y futuro de los de Vinos de Aguascalientes y otra de las pláticas fue “Cómo decantar un Vino”, impartido por el sommelier Javo Díaz.
La Feria del Vino no solo ofreció una experiencia sensorial, sino también un espacio para conocer la historia y el proceso detrás de cada botella. Los viticultores participantes compartieron con pasión y dedicación el legado que han heredado de generación en generación, así como los desafíos y la pasión que conlleva producir vinos de calidad.
La música y la gastronomía también se hicieron presentes, realzando el ambiente festivo. Los asistentes tuvieron la oportunidad de saborear delicias culinarias, perfectamente maridadas con los vinos ofrecidos en la feria.
La Feria del Vino en Aguascalientes no solo fue una celebración del vino, sino también una muestra del trabajo arduo y la excelencia que los viñedos ponen en cada botella. Sin duda, este evento se consolidó como un referente en el calendario de festividades vitivinícolas, impulsando la cultura del vino en la región y atrayendo a visitantes de todos partes ávidos por disfrutar de lo mejor del estado hidrocálido.