La industria vitivinícola en México ha experimentado un notable crecimiento y reconocimiento a nivel internacional en las últimas décadas. México es un país que cuenta con una rica tradición vinícola que se remonta a la época colonial, pero fue en el siglo XXI cuando comenzó a ganar reconocimiento por la calidad de sus vinos. A continuación, se presenta una breve descripción de la industria vitivinícola en México, destacando algunos de los estados más prominentes:
Aguascalientes: Presenta altitudes de 1,700 a 2,400 metros sobre el nivel del mar, con clima semi-seco, donde se cultivan diversas varietales como Cabernet Sauvignon, Merlot, Malbec, Parrellada, Blanc de Zinfandel, Syrah, Petite Syrah, Mourvedre, Nebbiolo, Garnacha Blanca, Touriga Nacional, Tempranillo, entre otras. Desde su fundación en 1575 ya se vislumbraba su potencial vinícola, con pequeñas plantaciones que gradualmente crecieron hasta que hoy en día el estado cuenta con 18 vinícolas que despiertan los sentidos de los amantes de esta bebida ancestral.
Baja California: De las primeras regiones vinícolas de México, se encuentra el Valle de Guadalupe conocido por sus extensos viñedos y su belleza natural. Con una altitud que varía entre el nivel del mar y los 1,000 metros, ofrece un microclima perfecto para el cultivo de uvas de la mejor calidad, como el Cabernet Sauvignon y Merlot. Además, la gastronomía local se ha fusionado de manera armoniosa con la cultura del vino, haciendo de esta región un destino culinario y enológico de renombre internacional.
Chihuahua: La industria vitivinícola de Chihuahua promete seguir creciendo y consolidándose como un importante productor de vinos mexicanos de alta calidad. La combinación de su ubicación geográfica única, su compromiso con la calidad y su creciente reconocimiento la convierte en una región vitivinícola emocionante y prometedora.
Coahuila: Su región vitivinícola se encuentra en el Valle de Parras, que ha sido históricamente el epicentro de la viticultura en el estado. La elevación de 1500 metros sobre el nivel del mar con su clima cálido y semiárido presenta un terruño ideal para producir mezclas de Boudreaux, Caberbet Sauvignon, Shiraz, Chardonnay y Semillon. Actualmente este estado, ofrece más de 100 etiquetas de productos vinícolas variados y de gran calidad que han recibido múltiples premios internacionales por su excelencia.
Durango: Esta región se caracteriza por la producción de uvas para destilados y vinos jóvenes o ligeros. Una de sus grandes ventajas es su clima seco desértico, lo que permite una gran producción para vinos de mesa. Es importante tener en cuenta que la industria vinícola de Durango está en constante desarrollo, por lo que es posible que surjan nuevas variedades de uvas y vinos a medida que la región continúa explorando su potencial en la producción de vino.
Guanajuato: La mayor concentración de viñedos está entre las ciudades patrimonio y el pueblo mágico de Dolores Hidalgo, en esta región se encuentran más de 15 opciones de viñedos, desde el más estilo boutique hasta vinícolas impresionantes con una gran arquitectura. Las variedades de uvas que ofrece son: Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Merlot, Syrah, Petite Sirah; y en blancos, Semillón. La calidad de sus frutos se explica por su altitud de 2 mil 400 metros sobre el nivel del mar, lo cual le da un meso clima muy drástico que se conjunta con un su suelo rico en minerales que le dan una muy buena calidad a la uva, que tiene gran concentración de taninos, acidez, antioxidantes y azúcar. El resultado es un vino complejo y variado y también con grandes reconocimientos a nivel mundial.
Hidalgo: La industria vitivinícola de Hidalgo promete continuar creciendo y ganando reconocimiento en México y más allá. Su compromiso con la calidad, el respeto por el entorno y las condiciones geográficas únicas hacen de Hidalgo un participante valioso en el mundo del vino mexicano.
Jalisco: Entrando en las tierras del Agave azul, en la región de los Altos de Jalisco, nos encontramos con viñedos en pleno crecimiento en la producción de vinos de alta calidad con diferentes variedades como Malbec, Cabernet-Savignon, y Savignon Blanc, entre otras. Estas iniciativas son relativamente recientes, los últimos 8 a 10 años se ha logrado con ayuda de expertos enólogos, viticultores y agrónomos con gran experiencia.
Nuevo León: En este estado, la altitud varía considerablemente, con viñedos ubicados a altitudes que oscilan entre los 400 y los 1,600 metros sobre el nivel del mar. Esta variación altitudinal permite la producción de una amplia variedad de uvas, desde variedades tintas como la Cabernet Sauvignon y la Syrah hasta las blancas como la Chardonnay y la Sauvignon Blanc.
Puebla: La región de sus viñedos está ubicada a una altitud de 2,240 metros sobre el nivel del mar, y esto representa diversas ventajas. Las vides disfrutan de una excelente exposición al sol, experimentan marcados cambios de temperatura entre el día y la noche, dándose una variedad de microclimas que se sitúan en algún punto entre continental y semidesértico. Las abundantes lluvias en la región aseguran que las uvas no se deshidraten, lo que a su vez promueve una mayor síntesis de aromas en la fruta. Como resultado, los vinos producidos en esta área son altamente aromáticos y presentan una gran intensidad en el bouquet, junto con una concentración notable de ácido málico, lo que contribuye a su acidez y mantiene su graduación alcohólica en niveles bajos.
Querétaro: El estado de Querétaro, en el centro de México, ha emergido como otro destacado productor de vino. La altitud y el clima fresco de esta región son propicios para la producción de vinos blancos y tintos de calidad. Viñedos en Tequisquiapan y Ezequiel Montes han ganado reconocimiento internacional.
San Luis Potosí: Entre los años de 2010 y 2013, comenzaron sus plantaciones de uva y desde entonces, la tierra, los microclimas y la altitud se han combinado de manera armoniosa, creando un lugar ideal para la vinificación: Malbec, Syrah, Merlot, Cabernet Sauvignon, Sauvignon Blanc, Viognier, Nebbiolo, Pinot Noir, Grenache, Petit Verdot, Chardonnay y Gewürztraminer. Todo esto ha sido posible gracias a la sinergia con apasionados enólogos, sommeliers y otros conocedores del vino. Este esfuerzo ha sido reconocido a nivel internacional con la obtención de premios y reconocimientos internacionales
Sonora: En esta región hay una gran calidad de uvas, sin embargo, la producción es limitada debido al clima desértico y la baja precipitación. Sus dos zonas productoras son Hermosillo y Caborca, ambos caracterizados por el indispensable sistema de riego, necesario para las cosechas, las cuales están enfocadas a producir uva de mesa, uvas pasas y para la elaboración de aguardientes. En la mayoría de las viñas de cultiva la variedad Thomson Seedless (uva de mesa o vinos blancos por su dulzura y versatilidad.
Zacatecas: Es una tierra que ha abrazado la viticultura en los últimos años, está emergiendo como un rincón fresco en el mundo del vino. Su encanto radica en la abundancia de uvas de alta calidad, como Chenin Blanc, Tramier, Málaga, French Colombard (entre las blancas) y Ruby Cabernet, Petit Syrah (entre las tintas). Estas joyas frutales crecen en los municipios de Trancoso, Jerez, Fresnillo y Ojocaliente.