Vinos de altura e innovación desde el norte árido

Nuevo León es una región vinícola emergente pero prometedora.

El estado apuesta por cepas tintas como Cabernet Sauvignon y Syrah, así como blancas como Chardonnay y Sauvignon Blanc, todas adaptadas a las condiciones desérticas mediante técnicas modernas de cultivo y riego eficiente.

Las bodegas locales combinan tradición con viticultura de precisión, priorizando la sostenibilidad y la calidad desde la vid hasta la botella.

Con una producción aún limitada, pero en constante evolución, Nuevo León se perfila como uno de los valles en pleno crecimiento más interesantes del país, ideal para quienes buscan explorar nuevas propuestas dentro del vino mexicano.