
Una joya andina que revolucionó el vino argentino
A los pies de la majestuosa Cordillera de los Andes, a unos 100 kilómetros al sur de la ciudad de Mendoza, se extiende el Valle de Uco: una de las regiones vitivinícolas más admiradas de América Latina. Aquí, la altitud, el sol radiante y los suelos pedregosos han dado lugar a una verdadera revolución del vino argentino.
Aunque Mendoza ha sido históricamente el corazón del vino en Argentina, el Valle de Uco ha captado la atención del mundo por la calidad, frescura y elegancia de sus vinos. En pocas décadas pasó de ser un secreto entre enólogos a convertirse en el símbolo de la nueva viticultura argentina.
Altitud extrema, clima seco y vinos con nervio
El Valle de Uco se encuentra entre los 900 y 1,500 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en uno de los valles vitivinícolas de mayor altitud del planeta. Esta condición aporta noches frescas, días soleados y una gran amplitud térmica, clave para una maduración lenta y equilibrada.
Los suelos son pobres en materia orgánica, con presencia de roca, arena y calcáreo, lo que favorece una expresión pura del terroir.
El Malbec es la estrella indiscutible, pero también se cultivan Cabernet Franc, Merlot, Syrah, Chardonnay, Sauvignon Blanc y Torrontés, entre otras. La altitud imprime a los vinos una acidez natural vibrante, colores intensos y aromas florales muy definidos.
H2: Una nueva generación de vinos argentinos
El Valle de Uco representa una nueva filosofía del vino argentino. Si bien el Malbec sigue siendo protagonista, aquí se busca elegancia por encima de la potencia. Los vinos no solo muestran fruta madura, sino también frescura, textura y mineralidad.
Destaca también la producción de vinos de parcela, elaborados con precisión para reflejar microterroirs específicos, muy al estilo borgoñón. Esto ha elevado el perfil del valle en los mercados más exigentes del mundo.
Además, muchas bodegas trabajan con prácticas orgánicas y biodinámicas, fortaleciendo su identidad como región moderna y consciente.
Enoturismo con paisajes que cortan la respiración
Visitar el Valle de Uco es una experiencia multisensorial. A lo largo de la famosa Ruta 89, se encuentran bodegas de arquitectura vanguardista, gastronomía de alto nivel y postales naturales inolvidables.
Algunas bodegas imperdibles:
- Salentein, pionera y con un centro de arte en plena montaña.
- Andeluna, ideal para maridajes con vista a los Andes.
- Domaine Bousquet, referente de viticultura orgánica.
- Zuccardi Valle de Uco, elegida como la mejor bodega del mundo en múltiples ocasiones.
- SuperUco, proyecto familiar de agricultura biodinámica.
Ya sea a pie, en bicicleta o desde una mesa frente a los viñedos, el Valle de Uco te invita a descubrir que el vino argentino puede ser tan sutil como poderoso, y que en cada copa hay una porción del cielo mendocino.