Cada 24 de noviembre, el mundo levanta su copa para celebrar el vino tinto, una de las bebidas más queridas, emblemáticas y profundas en la cultura vinícola. No es solo una fecha para brindar: es una invitación a recordar la historia, el origen y la pasión detrás de cada botella. Y, por supuesto, también una magnífica oportunidad para reconocer la evolución del vino tinto en México, donde nuestros viñedos han encontrado un camino propio lleno de carácter, identidad y orgullo.

Un poco de historia y origen del vino tinto
El vino tinto se originó en Mesopotamia y Egipto y se expandió por Europa gracias a griegos y romanos. Se produce fermentando uvas con sus cáscaras, lo que le da color, taninos y aroma; así, existen tintos desde frescos y frutales hasta ricos y complejos.
Con el crecimiento urbano y el aumento de la riqueza burguesa, creció también la demanda de vinos de calidad
¿Por qué el vino tinto es tan querido?
Más allá de su sabor, el vino tinto es símbolo de momentos especiales: una cena romántica, una sobremesa larga, un reencuentro entre amigos o una tarde tranquila disfrutando el clima. Su popularidad también se debe a:
- Diversidad de estilos: de suaves Merlot a potentes Cabernet Sauvignon.
- Maridaje versátil: acompaña carnes, pastas, quesos, chocolate y hasta cocina mexicana.
- Atractivo sensorial: su color profundo, sus aromas a frutos rojos, especias, madera o cacao, y su textura sedosa lo vuelven inolvidable.
- Conexión emocional: es una bebida que invita a conversar, reflexionar y celebrar.
El vino tinto en México: una historia que sigue escribiéndose
México tiene una historia vinícola sorprendente. Fuimos el primer país del continente americano en producir vino, gracias a las vides plantadas por los misioneros españoles en el siglo XVI. Sin embargo, no fue hasta las últimas décadas que la cultura del vino mexicano renació con fuerza, posicionando nuestros vinos tintos en el mapa mundial.
Regiones mexicanas donde el tinto florece
- Valle de Guadalupe, Baja California: hogar de tintos con carácter mediterráneo, vinos intensos, frutales y elegantes.
- Querétaro: donde la altura crea tintos frescos y con acidez vibrante. Recordemos que este estado ha sido el primero en México en recibir la Indicación Geográfica Protegida (IGP) para sus vinos, un reconocimiento que avala la calidad, autenticidad y origen único de sus vinos, debido a las características específicas de su terroir.
- Guanajuato: especialmente en Dolores Hidalgo y San Miguel de Allende, se producen vinos expresivos, con identidad y sabor a tierra joven.
- Coahuila (Parras): una región histórica con tintos maduros, redondos y de gran prestigio.
Uvas tintas que se han adaptado maravillosamente a México
- Cabernet Sauvignon: intensa, estructurada y una favorita nacional.
- Tempranillo: de raíces españolas, se ha convertido en una de las más representativas de México.
- Merlot: suave, frutal, perfecta para quienes se inician.
- Nebbiolo: sorprendente y profundamente compleja, una joya que México interpreta a su manera.

Cómo celebrar el Día Mundial del Vino Tinto en México
Celebra visitando una ruta del vino en Querétaro, Guanajuato o Baja California. También puedes organizar una cata en casa con tres vinos tintos mexicanos y acompañarlos con enchiladas, mole, cortes de res, cochinita pibil o quesos artesanales. Compra vino nacional para apoyar a productores locales. Esto significa brindar por nuestra cultura.
Brindemos por el vino tinto, por los momentos que acompaña y por la historia que sigue escribiéndose en cada copa.
¡Salud por el Día Mundial del Vino Tinto!


