El calendario perpetuo es una complicación muy compleja apreciada por los coleccionistas, lograrlo nos muestra el dominio técnico de una marca relojera. El nuevo Polo de Piaget logra dos desafíos: la miniaturización de un reloj ultra delgado y la ingeniería de un calendario perpetuo.
Sin duda un calendario perpetuo es sinónimo de elegancia atemporal y sofisticación técnica, la razón es sencilla, la complejidad para lograrlo definitivamente no es para todas las marcas ¿En qué consiste? Esta complicación se encarga de ajustar automáticamente el día, la fecha y el mes, pero también tiene en cuenta los años bisiestos, quizá del ajuste tendrá que encargarse la siguiente generación.
Horas, minutos y segundos es una obviedad casi obsoleta y aburrida si nos ponen frente a un calendario perpetuo, una maravilla en ingeniería de exquisita artesanía, ¿qué te parece si además de las funciones básicas tienes el registro de fechas, meses, años bisiestos e incluso las fases lunares en tu muñeca?
Un calendario perpetuo es un puente entre el pasado y el presente, recordándonos que, en un mundo en constante evolución, algunas tradiciones e innovaciones siguen perdurando.
Para entender el valor de esta complicación es necesario imaginar el momento en que nace. Como tal, el concepto de calendario perpetuo se remonta a siglos atrás.
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