Conservar el vino en óptimas condiciones no es un lujo, es una forma de respeto por el trabajo del viñedo y una garantía para disfrutarlo en su máxima expresión. Puede parecer fácil ya que en ocasiones pensamos que basta con dejar la botella en el refrigerador o en cualquier estante, pero factores como la temperatura, la luz o la ubicación de la botella pueden tener un impacto significativo.
La parte positiva es que no necesitas una cava profesional para proteger tus vinos. Es posible conservar tus botellas en condiciones óptimas y garantizar que, cuando llegue el momento de descorcharlas, la experiencia sea tan buena como la intención con la que las adquiriste, simplemente adoptando algunos hábitos prácticos.
Aquí te contamos cómo hacerlo.

Temperatura constante, el mejor aliado del vino
Aunque muchos piensan que la temperatura ambiente es suficiente, en climas cálidos o cuando se superan los 20 °C, puede ser perjudicial. Lo ideal es mantener el vino entre 8 °C y 15 °C, en un espacio con temperatura estable. Las variaciones térmicas aceleran el envejecimiento y alteran sus cualidades.
¿Frío o calor? Mejor frío (con matices)
Servir un vino, especialmente un tinto, demasiado frío puede adormecer sus aromas y restarle complejidad. Sin embargo, si hay que elegir entre frío o calor, es preferible el frío: el vino se conserva mejor y, al servirlo, ganará unos grados naturalmente en la copa.
Oscuridad y silencio: el refugio perfecto
Busca espacios protegidos del exterior como trasteros subterráneos, patios interiores o armarios cerrados. La ausencia de luz, ruidos, olores y vibraciones es clave para que el vino repose sin alteraciones. La calma también se bebe.
Siempre en posición horizontal
Colocar las botellas acostadas permite que el vino esté en contacto con el corcho, manteniéndolo húmedo. Esto evita que se seque, se encoja y permita la entrada de oxígeno, lo que podría oxidar el vino y alterar su sabor.

La luz directa, es el enemigo silencioso
La exposición prolongada a la luz —especialmente la solar— puede provocar oxidación, afectando tanto el color como el perfil aromático del vino. Por eso, lo mejor es mantener las botellas lejos de ventanas o focos intensos.
Evita guardar el vino en la cocina
Aunque parezca lógico tenerlo cerca para usarlo, la cocina es uno de los peores lugares porque cambia de temperatura todo el tiempo; hay vibraciones (refrigerador, extractor, estufa); también hay humedad y calor constante.
Recuerda, el vino expuesto a mucho movimiento envejece prematuramente.
Utensilios clave para conservar tus vinos como un experto
Si el vino forma parte de tus momentos especiales, contar con los utensilios adecuados puede marcar la diferencia en su conservación y disfrute. Puedes considerar una Cava eléctrica, conserva los vinos en un ambiente controlado en cuanto a temperatura.

Otra opción son las bombas de vacío: prolonga la vida del vino abierto pues ayuda a conservar el vino por más tiempo una vez abierto, manteniendo sus aromas y sabor.
Estos tips pueden ayudarte a crear una colección memorable o una vinoteca personal que refleje tu estilo y pasión por el vino.


