Cuando se habla de vinos, una palabra aparece constantemente y despierta la curiosidad de todos: terroir. Suena elegante, casi misteriosa, pero más allá del término francés, encierra la esencia misma de lo que hace único a cada vino. Muchos creen que el terroir es simplemente el viñedo donde crecen las uvas, pero la realidad es mucho más profunda.
La palabra “terroir” es la que más aparece y llama la atención de todos cuando se habla de vinos, ya sea en un artículo, presentación, una cata o en la visita a un viñedo Suena sofisticado, casi enigmático, pero va más allá de la palabra francesa y contiene la esencia de lo que hace a cada vino ser único. La percepción de que el terroir es simplemente el viñedo en el que crecen las uvas es un error común; ¡la realidad es mucho más compleja!

¿En realidad, qué es el terroir?
La palabra “terroir”, que se pronuncia “terruár”, proviene del término francés “terre”, que significa “tierra”. Se refiere a la combinación de factores naturales y humanos que influyen en las propiedades de una uva y, por ende, en el vino resultante. En otras palabras, no se trata únicamente del clima o la tierra: es la combinación de la tierra, el clima, la superficie terrestre, el tipo de uva y el esfuerzo del viticultor.
Por esta razón, dos viñedos que están uno al lado del otro pueden elaborar vinos totalmente diferentes, aun empleando la misma cepa. El terroir es la como la huella dactilar que deja la naturaleza en cada copa.
Así que no, el terroir no es lo mismo que el viñedo, éste último es el lugar físico donde se cultiva la vid; el terroir, en cambio, es la combinación mágica de todos los elementos que dan identidad al vino que nace de ese lugar.
Los factores que construyen el terroir
El terroir es como una receta perfecta, donde cada ingrediente influye en el resultado final.
El suelo, ya sea arcilloso, calcáreo, volcánico, arenoso) afecta directamente el drenaje, la retención de nutrientes y la temperatura. Por ejemplo, los suelos calcáreos producen vinos más finos y con mayor acidez, mientras que los arcillosos dan vinos más potentes y estructurados.
El Clima, es uno de los factores más influyentes. El proceso de maduración de la uva está influido por las variaciones en la temperatura, el viento, las horas de sol y la cantidad de lluvia. Los vinos producidos en un clima cálido son más maduros, dulces y con más cuerpo; los elaborados en un clima fresco son más ácidos y tienen menos grado de alcohol.
La altitud, controla la temperatura y la exposición a los rayos del sol. Por esta razón, los viñedos que se encuentran en laderas o montañas generan uvas con un balance mejor. Por ejemplo, en México, zonas como Guanajuato y Querétaro se benefician de esta ventaja para producir vinos con un carácter y frescura excepcionales.
La forma en que el viticultor riega, cosecha o poda tiene un impacto sobre el resultado final. El alma del terroir también incluye las decisiones en bodega, el respeto por la tierra y la experiencia.
¿Es el terroir lo que determina la calidad del vino?
Sí… y no. A pesar de que un terruño excepcional puede producir uvas extraordinarias, si no se tiene cuidado y conocimiento en la vinificación, el resultado podría no estar a la altura. De igual manera, un enólogo con talento tiene la capacidad de extraer lo mejor de un terroir complicado.
Lo que es seguro es que los vinos de gran calidad del mundo son aquellos que manifiestan su terroir de manera auténtica, que relatan la historia de su origen: ya sea del viento marino en el Valle de Guadalupe, del terreno volcánico en Santorini o de las condiciones climáticas extremas en Mendoza.
El terroir es identidad
Por tanto, el terroir es lo que convierte a un vino en una experiencia única con nombre y apellido (del productor), no genérica. Es el vínculo entre la naturaleza y el ser humano, un diálogo que se aprecia en cada trago.
Así que la próxima vez que abras una botella, recuerda: no solo estás tomando vino, sino que también estás degustando un lugar, un clima y una historia. Eso es exactamente lo que constituye el poder del terroir.
¡Te invitamos a conocer las 17 Regiones Vinícolas del vino mexicano, cada una de ellas son sin duda diferente con grandes historias y diferentes maneras de preparar sus vinos!



