Detrás de esos innumerables sabores que olfateamos hay una molécula. Entra en la nariz, impacta en los receptores olfativos y genera una señal en el cerebro. Estas moléculas son pequeños grupos de átomos de carbono generados durante la maduración de la uva, la fermentación alcohólica y maloláctica, y el envejecimiento del vino. Se pueden…
